Podeu consultar la versió en català a: http://hdl.handle.net/2445/12304 - i el document relacionat a http://diposit.ub.edu/dspace/handle/2445/3761
Muchos estudios nacionales e internacionales relacionan los bajos niveles de instrucción de los padres con el "fracaso" y el abandono escolar de los hijos. Igualmente, la falta de formación de las personas jóvenes y adultas se relaciona con el paro, la falta de oportunidades, el analfabetismo digital o la escasa adaptación a la sociedad de la información. De tales evidencias parecería lógico concluir que es urgente el incremento de la formación de las personas jóvenes y adultas. Algo se está haciendo en el campo laboral, pero poco o nada en la formación básica que, como su nombre indica, debe ser la base y el fundamento sobre la que se sustentan la mayor parte de conocimientos y competencias necesarias en la sociedad actual.
De la misma manera que en otros muchos ámbitos, existe un pensamiento bastante común y extendido sobre el significado y el contenido de la formación básica de personas en la edad adulta, el cual presupone que ésta ha de ser un calco de la educación obligatoria con algunos retoques organizativos. Los autores de este texto, profesores universitarios, técnicos de la administración educativa y profesores en centros de personas adultas, parten de este imaginario social para confrontarlo de forma divulgativa con las teorías pedagógicas y psicológicas modernas y sacar consecuencias organizativas, críticas con muchas de las prácticas administrativas actuales.