Nota:
Paulo Mendes da Rocha forma parte de una serie de libros cuyo contenido es, sobre todo, un homenaje personal a unos amigos que son, además, excelentes arquitectos. Homenaje visual, como el lector comprobará, donde la autoría se funda en la dimensión crítica de la mirada: más allá del texto con que suelo introducirlos, lo esencial de mi aportación pretende ser la mirada juiciosa y, por tanto, cómplice, que trata de reconocer. No negaré que, obrando así, soy fiel a mi ya antigua reivindicación de lo visual como ámbito específico del juicio estético, dimensión sensitiva cuyo desvanecimiento a comienzos de los años sesenta, a favor de un conceptualismo acartonado, ha tenido mucho que ver con el azaroso devenir de la arquitectura en las últimas décadas. La obra de Paulo me sedujo desde el principio: en cuanto me encontré por primera vez bajo el suelo de la tienda Forma, decidí dejar constancia gráfica de mi manera de ver algunas de sus obras paulistas. Este libro es el resultado de ese temprano propósito.