Resum:
Se describen las habilidades terapéuticas que un clínico debe tener para establecer una buena relación terapéutica e implicar al cliente en el tratamiento. Entre ellas, ciertas actitudes básicas (escucha activa, empatía, aceptación incondicional, autenticidad), otras características (p.ej., competencia, cordialidad, grado de directividad) y habilidades de comunicación. Además, se abordan la adaptación de la intervención a las características de los clientes, el manejo de las situaciones problemáticas que surgen tanto por parte del terapeuta como del cliente y las estrategias para mejorar el cumplimiento del tratamiento, tanto por parte del cliente como del terapeuta.